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Borussia Dortmund: la Champions y el lugar donde habita el olvido (bursátil)
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Borussia Dortmund: la Champions y el lugar donde habita el olvido (bursátil)

Luis García Álvarez, gestor de MAPFRE AM

 

 

Ayer vimos como el Borussia Dortmund lograba tumbar al poderoso París Saint Germain y se clasificaba para la gran final de la Champions League que se celebrará en Londres. Desde hace ya bastante tiempo, las acciones del club alemán son las que mayor peso tienen en la cartera del MAPFRE AM Behavioral Fund, situándose por encima del 7% del total del fondo. Esto se une a la reciente clasificación del equipo amarillo y negro para la próxima edición de la competición europea, tras mesas de cierta incertidumbre deportiva, y también para el nuevo Mundial de Clubes que se disputará en Estados Unidos y en el que, de acuerdo con las informaciones que se van conociendo, los clubes participantes recibirán importantes ingresos económicos.

Sin embargo, tras una fuerte subida del precio de las acciones a principio de la sesión esta mañana, su capitalización total de mercado se sitúa ligeramente por encima de los 460 millones de euros. Simplemente como referencia, en marzo de 2020, esta alcanzaba el entorno de los 480 millones o incluso por encima. En ese momento, como todos recordamos, el mundo entero temblaba por la grave escalada de la pandemia de Covid-19. Como efecto sin duda menor, las grandes ligas de fútbol se detenían, sin un horizonte claro respecto a cuándo y cómo podrían reanudarse. Y, sin embargo, en ese momento, el mercado bursátil le asignaba un valor económico al club alemán mayor al que le reconoce hoy tras su gran éxito deportivo y con los efectos del Covid-19, por suerte, ya parece que felizmente superados (hay que aclarar que las pérdidas sufridas durante las temporadas afectadas por la pandemia ya fueron compensadas con una ampliación de capital).

Para aclarar cualquier duda, es importante volver a incidir en que nuestra tesis de inversión no se basa en absoluto en resultados deportivos de corto plazo, ni para bien ni para mal. Ni hemos descorchado hoy la botella de champán (aunque bienvenida sea la buena noticia), ni nos llevamos las manos a la cabeza, por ejemplo, porque el Ajax de Ámsterdam (otro de los clubes en los que invierte nuestro fondo) no haya conseguido clasificarse este año para la próxima edición de la máxima competición continental. Los efectos, en ambos sentidos, no son suficientemente significativos. Invertimos en estas compañías porque creemos que son buenos negocios (de hecho, ambos han pagado dividendos en el pasado y esperamos que vuelvan a hacerlo de manera inmediata tras el parón de la pandemia), con balances tremendamente saneados y disponibles a precios de mercado que nos resultan bastante atractivos.

Curiosamente, hoy ha sido también el día escogido por el portal web americano Sportico, especiado en información financiera en el sector del deporte, para publicar su lista de clubes de fútbol más valiosos a nivel mundial. El Borussia Dortmund aparece en el puesto 12 con un valor económico estimado de 1.560 millones de euros, más de tres veces superior a los 460 millones que marca su capitalización bursátil ahora mismo en las pantallas de Bloomberg. El Ajax de Ámsterdam, por su parte, ocupa el puesto 26 y Sportico le asigna un valor estimado de 705 millones de euros. Su capitalización de mercado, sin embargo, ni siquiera llega a los 190 millones de euros (casi cuatro veces inferior), a pesar de contar con una cómoda posición de caja neta.

Si buscamos más referencias de mercado, como por ejemplo el múltiplo sobre ingresos que se ha pagado en algunas de las recientes transacciones en el mundo del fútbol europeo, encontramos que los nuevos dueños del Chelsea valoraron el club inglés en cerca de 11 veces sus ventas actuales. En el caso del Borussia Dortmund y el Ajax de Ámsterdam, si tomamos su capitalización de mercado, este múltiplo se sitúa en el entorno de una vez (tras realizar ajustes necesarios para el cálculo correcto) en ambos casos.

El último dato curioso lo encontramos el verano pasado, cuando precisamente el Borussia Dortmund anunció el traspaso de Jude Bellingham al Real Madrid, con una estimación de impacto positivo a nivel de beneficio operativo (el famoso EBITDA) de unos 75 millones de euros. Una cantidad muy significativa respecto a la capitalización bursátil de la compañía. Ese día, las acciones del club alemán apenas subieron ligeramente. Se podría pensar que el traspaso se había rumoreado con fuerza anteriormente y se daba ya casi por descontado por el mercado bursátil, pero esta teoría pierde bastante fuerza cuando uno observa que las acciones tampoco habían subido con fuerza en los meses anteriores.

No hace falta ser un experto analista para sospechar que todas estas cifras tienen poco sentido financiero y parecen apuntar, en nuestra opinión y sin que esto suponga ningún tipo de recomendación, a que el mercado bursátil puede estar equivocado a la hora de asignar precio a las acciones de estos clubes. Los motivos parecen difíciles de explicar.

Quizás se deba a la percepción negativa que a nivel financiero arrastra la industria del fútbol, muy merecida en el pasado, pero no tanto hoy en día, si uno se para a analizar los números. O quizás al temor de muchos gestores de fondos a entrar en inversiones poco habituales, que pueden llamar la atención y crear cierta polémica entre sus participes y sus responsables, con los riesgos que esto conlleva. O quizás a la incertidumbre sobre cuándo acabaran corrigiéndose estas ineficiencias de mercado, con el sufrimiento que eso puede conllevar para los inversores obsesionados por el corto plazo. O a la falta de conocimiento general sobre el aspecto financiero del sector y a la escasez (o casi inexistencia, todavía) de analistas de mercado que cubran estas acciones. Lo cierto es que el mercado bursátil ha enviado de momento a los clubes del fútbol al lugar donde, como cantaba Sabina, habita el olvido. Y quizás con esto estén perdiendo una interesante oportunidad de inversión.

En el mundo de la inversión, lo bueno, bonito y barato no existe. Si algo es bueno y bonito, ya no será barato. Nosotros buscamos compañía buenas y baratas (o, al menos, a precios sensatos). Y, para que esto ocurra y estas oportunidades estén disponibles, normalmente debe de existir algún factor que no luzca bonito, pero que resulta salvable tras un cuidadoso análisis financiero. Esas compañías suelen estar, precisamente, donde habita el olvido (bursátil). ¿Saldrá el Borussia Dortmund de ese lugar gracias a su épica victoria de ayer? Esperaremos pacientemente.

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